Horas
febrero 19, 2009 Deja un comentario
Hay mañanas, como la de hoy, en las que el tiempo se entretiene entre las paredes colmadas de archivadores y ventanas sin saber que hacer ni por donde continuar su inexorable camino. Las horas danzan sones aburridos y se demoran en el minutero sin dar el relevo a las que les siguen. Algunos que por aquí pululan las sacan a bailar y les meten mano, les hablan y les hablan con la intención de resaltar sus aparentes atributos, pero al final las duermen con su discurso y las horas se hacen días entonces, como en esta mañana larga, larga. Yo quisiera que pasaran raudas pero que fuesen muy lentas, que fuesen entonces días al ver atardecer en su piel dorada.